Artista: Ernesto Do Canto Faria E Maia
Fecha: 1929
Tamaño: 159 x 54 cm
Museo: National Museum of Contemporary Art - Museu do Chiado (Lisboa, Portugal)
Técnica: Terracotta
El uso de terracota en escultura fue prácticamente olvidado desde Machado de Castro en el siglo XVIII. Con Canto da Maya este material es rehabilitado y explotado en su pureza, recordando el estatuario griego del período arcaico. El policromo, poco común en la escultura del tiempo, refuerza este aspecto. El modelado de los cuerpos es uniforme y exhibe en el cabello y pliegues de la cortina un esquema deco de arte característico. Una onda sensual atraviesa los cuerpos extáticos que, frente al otro, se alejan del espectador revelando los perfiles o la espalda. Este aspecto confiere al espacio interior una dimensión íntima y casi táctil en la configuración de la posición de las manos de las figuras, y centra la atención en el elemento de mayores embarazos simbólicos constituidos por el fruto ofrecido y que actualiza el mito del pecado original presupuestado en el sensualismo visible de la composición. Esta metáfora es el espacio vacío entre ambas figuras en forma de llama. En la intensidad del tratamiento de este espacio vacío y su relación con la escultura, se encuentra un dispositivo profundamente moderno que trasciende las sugerencias decorativas, bien integradas, pero más características de un gusto cosmopolita del tiempo. Dentro del panorama escultórico nacional, recortado del modernismo, esta pieza aparece como la propuesta más significativa. Hecho en 1929 para integrar una fuente del arquitecto Paul Andrieu, apareció en el Salón d
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