Maria Blanchard

Maria Blanchard

Lugar: Santander

Nacido: 1881

Fallecimiento: 1932

Biografía:

María Gutiérrez Blanchard fue una pintora española del siglo xx.
María Blanchard nació en el seno de una familia de la nueva burguesía montañesa, hija de Enrique Gutiérrez-Cueto, natural de Cabezón de la Sal (Cantabria) y de Concepción Blanchard y Santiesteban, natural de Biarritz. La familia Gutiérrez-Cueto Blanchard, tenía ya dos hijas cuando nació María, Aurelia, y Carmen; años más tarde nacería su otra hija Ana. Familia acomodada y culta; el abuelo paterno, Castor Gutiérrez de la Torre, fue el fundador de La Abeja Montañesa y su padre de El Atlántico, diario liberal que dirigió durante diez años mientras trabajaba en la Junta de Obras del Puerto. ​
María nació deforme, a consecuencia de la caída que sufrió su madre embarazada al bajarse de un coche de caballos. Esta deformidad resultante de una cifoscoliosis con doble desviación de columna, condicionaría parte de su vida. Como explicó su prima Josefina de la Serna, María «tan amante de la belleza, sufría con su deformidad hasta un grado impresionante». Por su parte, Ramón Gómez de la Serna, la describe «Menudita, con su pelo castaño despeinado en flotantes vuelos, con su mirada de niña, mirada susurrante de pájaro con triste alegría».
Animada por su familia, en 1903 viajó a Madrid para formarse en el estudio de Emilio Sala, cuya precisión en el dibujo y exuberancia en el color influirían en sus primeras composiciones. Al año siguiente muere su padre y toda la familia se traslada a Madrid, fijando su residencia en la calle Castelló nº 7.
En 1906 pasó al estudió de Fernando Álvarez de Sotomayor y concurrió a a la exposición de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Dos años más tarde participa de nuevo, consiguiendo tercera medalla de pintura con la obra Los primeros pasos. Ese año se traslada al taller de Manuel Benedito. La diputación de Santander y el ayuntamiento de su ciudad natal le conceden unas becas que utilizaría para proseguir sus estudios en París.
Emprende el viaje a París en el año 1909, donde en seguida quedaría deslumbrada por la libertad. Acude a la academia Vitti a recibir las enseñanzas de Hermenegildo Anglada Camarasa y Van Dongen que orientan su trabajo hacia el color y la expresión, dejando atrás las restricciones de la pintura académica en la que había iniciado su carrera. En la academia conoce y entabla estrecha amistad con Angelina Beloff, joven artista rusa, con la que en el verano de ese mismo año viaja a Londres y Bélgica, donde coincidirán con Diego Rivera. A la vuelta de su viaje, compartirá piso en la vivienda y estudio en el nº 3 de la Rue Bagneux con Angelina y Diego. Al año siguiente (1910), acude a la academia de María Vassilief, pintora rusa que le da a conocer el cubismo, y con la que llegaría más tarde a compartir habitación. Se presenta a la exposición nacional de Bellas Artes con Ninfas encadenando a Sileno, obteniendo una segunda medalla, recompensa que llenará a María de satisfacción, puesto que significaba el reconocimiento a su talento. Al concluir su primera estancia en París, pasa una temporada en Granada, pero decide para regresar a París solicitar otra beca a la Diputación y al Ayuntamiento de Santander intercediendo por ella Enrique Menéndez Pelayo; la Diputación le concede 1.500 pesetas para dos años. Vuelve a París en 1912, instalándose en el barrio de Montparnasse, en el nº 26 de la Rue du Départ compartiendo casa y estudio con Diego Rivera y Angelina Beloff. En esta segunda estancia parisina María contactó con el círculo de la vanguardia cubista, especialmente con Juan Gris y Jacques Lipchitz.
En 1915, entre los días 5 y 15 de marzo, Ramón Gómez de la Serna organizó en Madrid la exposición Pintores íntegros en el Salón de Arte Moderno de la calle del Carmen, en la que también exponen Diego Rivera, Agustín Choco y Luis Bagaría; muestra que recibiría todo tipo de burlas y protestas por parte del público y de parte de la crítica. Después, la pintora ejerció durante un tiempo como profesora de dibujo en Salamanca, experiencia que suscitó el rechazo y humillación de sus alumnos, y llevó a María Blanchard a instalarse definitivamente en París (no llegará a regresar a España).
Ramón Gómez de la Serna es testigo de su regreso: «María vivía en estudios abandonados, a los que no habían vuelto los que desperdigó la guerra y comenzó a pintar pieles cubistas, pucheros, maquinillas de moler café, especieros, botes, anatomía de las cosas, mezcladas a la anatomía de los seres... Yo la fui a visitar a una de aquellas casas de "otros" en las que las ropas colgadas en la desidia de no saber qué iba a pasar estaban colgadas fuera de los armarios».
María expone en los siguientes años para importantes galeristas junto a Jean Metzinger y Lipchitz.
Los efectos de la Primera Guerra Mundial provocaron cierta vuelta al orden que se inicia en Italia, a través del grupo Valori Plastici, en Alemania a través de la nueva objetividad y en los demás países europeos, a través de aportaciones individuales. Al grupo de artistas que surge en Francia, se les denominó Los evadidos del cubismo (en Tabarant) o los Tránsfugos del cubismo (en Vauxcelles).

Más...

Wikipedia link: Click Here

Maria Blanchard – Obras de arte más vistas